De relojes y tiempos

Me he encontrado un reloj de pared parado. De esos enormes, instalado en un sitio público.

Me ha dado por pensar en esas personas que se resisten al paso del tiempo. O en que puede ser un ejemplo de dejadez. Incluso que puede ser una imagen de indiferencia respecto a ese tiempo, en unos tiempos en los que parece imprescindible saber exactamente en qué instante de nuestra vida nos encontramos.

Angel @a_cas_ en Flickr

Parecía, al menos, que aprender a saber qué hora es en un reloj analógico era imprescindible en los primeros años de escolarización. Aunque, con posterioridad, se usaran relojes digitales. Y que no aprenderlo cuando se debía podía ser hasta traumático, como contaba el pasado sábado Miguel Angel Santos Guerra en su blog El Adarve.

Por no hablar de cómo te das cuenta que ha pasado el tiempo en tu vida cuando se acerca un niño o niña y te pregunta, no sé si con cierto temor, reverencia o distancia, "señor, ¿me puede decir qué hora es?"

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