Zapatero a tus zapatos

Igual es lo que piensas cuando leas esta entrada, pero, como le escuché recientemente a Mercè Gisbert, parece que todo el mundo es experto en educación.

Creo que oí por primera vez a José Antonio Marina aquel proverbio africano, "para educar a un niño hace falta la tribu entera". Bien. Lo que no acabo de entender, al menos como yo entiendo que debe ser la educación, es el papel de la "policía educadora". Vamos, que yo las veo (que contamos con unos cuantos cuerpos) más con otras funciones principales.

Lo digo tras leer una noticia sobre la charla (exitosa, supongo) que había impartido la Ertzaintza en un colegio --el cual, por otra parte, ha aparecido en los medios por sus cambios metodológicos, considerados como avanzados-- sobre... tachán, sí, los riesgos de Internet y las redes sociales, el cyberbulling y el sexting, para explicar cómo evitar el acoso en la Red... Admito no haber estado en esas charlas, y que cierto es que oí a alguien que estaban bien. Estoy de acuerdo, que es como el cuchillo o el bisturí, que según como se use Internet puede ser peligroso, pero incidir en una vertiente solo no me parece lo más adecuado. Y además desde el punto de vista de una policía, de unir la educación a motivaciones y a valores determinados, más con un planteamiento del miedo a la sanción y al delito... o incitando a probar el lado oscuro, vete tú a saber, con la motivación añadida de ser transgresor.

Coincidió en el tiempo con un tuit que leí, escrito por @policía, ese CM con tanto éxito (noticia y entrevista en 20Minutos).


Una vez más, podemos caer en esa incoherencia de que el ruido de lo que somos no deje oír lo que decimos, porque, ¿cómo --y cuánto-- usamos padres y madres los smartphones? ¿Cuántos de nosotros utilizamos los grupos para discutir sobre filosofía? Además, otra vez el mensaje viene desde una instancia similar.

Abogué, y abogo, por ir "con" hijos e hijas, que no sean "huérfanos digitales"; creo que ir "tras" es casi imposible, que puede ser una forma de engañarse o de autoconvencerse de que la situación está controlada. Eso, que se funciona desde el control, o de ver quién puede y/o sabe más. Y si añadimos que, al margen de la veracidad de la noticia, que esa es otra, una niña puede hackear redes... hasta dónde no serán capaces de llegar los supuestamente controlados. Ahí seguro que usan las redes, sus redes, para aprender. A saltarse el control, por ejemplo. Posiblemente, en el ciberespacio también resulte aquello que cantara Eskorbuto, "mucha policía, poca diversión", y haya que buscar salidas para divertirse.

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