Desde el ciberespacio: Marcela Fritzler

Con motivo del 9º aniversario del blog invité a quien quisiera sumarse a pasarse por este txoko, tal y como hice en el 5º aniversarioMarcela Frietzler, argentina residente en Israel, "docente, investigadora, amante de los libros y con ganas de seguir creciendo" se ha animado. Aquí tienes su aportación.


Ejercer una profesión en un contexto de no inmersión lingüística conlleva el desafío de abrirse camino, adaptarse, responder a las expectativas del mercado y lograr desarrollarse en un espacio que en definitiva no llega, en la mayoría de los casos, a ser tu espacio. Este desafío se torna doblemente difícil si la lengua es tu “recurso profesional”. Ante esto lo digital se convirtió en el mejor aliado como bien indica Steven Johnson:
El auge de Internet ha estimulado nuestra mente de tres maneras fundamentales y relacionadas: por su carácter participativo, obligando a los usuarios a aprender interfaces nuevas y creando nuevos canales para la interacción social.
Es en este aprendizaje que las redes sociales delinearon puentes y permitieron fluir el ir y venir del conocimiento, la opinión y colaboración, muchas veces con el único objetivo de estar presente en los diferentes círculos de acción.

No es el objetivo de este texto mencionar las bondades o los problemas de cada una de las redes sociales. Existen hoy en día un sinfín de posibilidades pasando por el Youtube, Instagram, Facebook, Twitter… Tantas que todo usuario encuentra su espacio para expresarse o venderse, muchas veces, si somos sinceros. Mi reflexión se limitará a comentar algunos puntos referidos a las redes sociales y sus servicios que me han abierto la ventana y acompañado en mi desarrollo profesional de los últimos años.

Facebook-ELE me posibilitó descubrir una plataforma y servicios en Internet que nunca hubiera imaginado cuando lo proyecté por primera vez frente a mi clase de conversación. Bien lo han definido Guadalupe López y de Clara Ciuffoli en su libro, Facebook es el mensaje
“…como un mutante digital porque está en permanente transformación. Surgió como una red social exclusiva y fue mutando hacia un entramado digital que integra en un mismo lugar una plataforma de publicación personal, con una gran variedad de herramientas y aplicaciones. Un espacio convergente que reúne contenidos de los más diversos formatos, publicados por usuarios. Medios de comunicación, celebrities, artistas, políticos, marcas, instituciones y organizaciones.”

En otras palabras, la plataforma Facebook-ELE y sus servicios en Internet nos permiten considerarlo como un Entorno Virtual de Enseñanza y Aprendizaje (EVEA) de una lengua extranjera, cuyas múltiples aplicaciones ya sea dentro o fuera del aula, potencian un aprendizaje autónomo e invertido, innovador y expandido, colaborativo y personalizado, en especial en contextos de no inmersión lingüística. El potencial de acción que lo sostiene nos habilita a que sea el eje central del diseño y la construcción del entorno personal de aprendizaje (PLE) y la red personal de aprendizaje (PLN) para el estudiante y el docente de LE. Si bien estas bondades encontraron su escollo al enfrentarse a prejuicios por tratarse precisamente de una red de carácter social, cuyos límites entre lo real y lo virtual son muy porosos, lo logramos.  “Construir el PLE y PLN adecuado para nuestro aprendizaje de ELE” concluimos entre todos. Sus PLN y PLE fueron involucrándose, aprendiendo y transformándose de consumidores a prosumidores ELE. 

Sin embargo mi interés por traer nuevos espacio me demostró que nunca se termina de aprender …

Estos días descubrí a Periscope. Este servicio, propiedad de Twitter, nació para hacer vídeo en streaming desde teléfonos inteligentes, para seguir a personas o buscar transmisiones por ubicación o por usuarios; mostrar simpatía al tocar la pantalla y enviar una imagen de corazón. Al poder utilizarse en diferentes soportes lo empecé a implementar en mis clases y se ganó la atención de los estudiantes: graban su voz, se escuchan, publican v editan vídeos cortos, es personalizado. Y sorpresa, por ingenuidad o por descuido, me trajó lo previsible. Es una red social formada por personas que no siempre saben comportarse en sociedad. 

¿La tecnología al servicio del hombre o el hombre al servicio de la tecnología? 

Si en nuestro accionar diario tratamos de desenvolvernos dentro de un espacio que nos ofrezca seguridad y confort, interactuamos en mayor o menor grado con otras personas que poseen intereses en común a los nuestros y tratando de respetar las normas de ética en las cuáles fuimos educados, ¿Por qué adoptar los mismos criterios para desenvolvernos dentro de una red social virtual? ¿Por qué desaprovechar los beneficios que en nuestra labor de aula nos ofrecen los servicios de redes sociales eligiendo a nuestros amigos, compartiendo contenidos acordes a nuestras normas y fundamentalmente dando lugar a que nuestro círculo sea productivo, de aprendizaje significativo, de información y desde ya, de comunicación positiva?

Mi pregunta arribó a la misma reflexión “Construir el PLE y PLN adecuado” y no darnos por vencidos. En nuestro espacio como profesores, guías, estudiantes incluyo una “reeducación emocional virtual” para caminar y no perdernos en el laberinto digital, seleccionar los miembros de la “sociedad”, consumir materiales de calidad e intentar prosumir contenidos significativos para que los servicios de las redes sociales sean eso precisamente: creaciones para facilitar el proceso de enseñanza y aprendizaje de una lengua extranjera.

Bibliografía

Ciuffoli, C. y López, G. (2012).  Facebook es el mensaje. Buenos Aires: Lcrj futuribles Ediciones.
Christakis, N. F. (2012). Conectados: el sorprendente poder de las redes sociales y cómo nos afectan. Recuperado de http://ined21.com/la-educacion-como-red-social/
Douehi, M. (2008). La gran conversión digital. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Fritzler, M. y Golcberg, M. (2014). Las redes sociales como propiciadoras de la educación diálogica y demócratica en la enseñanza de las lenguas extranjeras. Buenos Aires: UTN BA.
Johnson, S. (2011). Cultura basura, cerebros privilegiados. Barcelona: Roca Editorial.
Negroponte, N. (1999). El mundo digital. El futuro que ha llegado. Madrid: Ediciones B.
Piscitelli, A. (2009). Facebook, esa reiterada tensión entre la sobre promesa y la invención de nuevos mundos.  Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento (RUSC), 6 (1), 43-51. Recuperado de http://journals.uoc.edu/index.php/rusc/article/viewFile/v6n1-freire/v6n1-cultura-digital-practicas-creativas-en-educacion

Y la web de Marcela, claro: Sin fronteras
Fotografía de diciembre de 2015, cuando coincidimos Marcela y yo por primera vez en modo presencial, entrevistados por otras profesora de ELE, Susana Ortiz.

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