Tal como éramos (y los cuadernos de vacaciones)

No es que la entrada se refiera a  aquella película (con Robert Redford y Barbra Streisand, pero no de estreno seguramente) que recuerdo de aquellos veraneos adolescentes en la costa. Pero es que algo así he pensado cuando he leído en eldiario.es entre las recomendaciones de libros para el verano "Cuadernos de vacaciones para adultos", con el siguiente comentario:
Son como los que teníamos de Santillana o de Rubio, pero para adultos. Son el mismo tipo de actividades para entrenar un poco el cerebro. Van desde ilustraciones y sopas de letras, hasta test en los que adivinar los sitios de vacaciones favoritos de Aznar, Felipe González o Pujol.
Tampoco es nueva la cuestión; en julio de 2014 se referían a ello en Huffington Post en el apartado de Tendencias, contando el origen de los libros: Cuadernos de verano 2014: el "Vacaciones Santillana" que quieren hacer los mayores. Por cierto, los Cuadernos Rubio se utilizaban todo el año.

En la presentación que aparece en el sitio web de escriben:
No es un cuaderno de deberes, porque nadie te obliga a hacerlo. Más de 120 horas de insólito aprendizaje. Más de 60.000 ejemplares vendidos.
Y en la sinopsis:
¿Recuerdas aquellos veranos en los que tenías que quedarte en casa haciendo cuadernos de vacaciones? ¡Es hora de superarlo! El CUADERNO Blackie Books es el primer y único cuaderno de actividades para adultos que te ayudará a desoxidar tu mente y reforestar tu cerebro.
Aprende, diviértete, juega y refresca tus conocimientos a base de tests, laberintos, pasatiempos, juegos de lógica… 96 páginas llenas de retos: desde gastronomía a series, literatura, política, deportes, cine, música… Para las vacaciones, las escapadas, el mar, la montaña, las esperas en la cola de embarque. Solo o en compañía, en familia, con amigos, con tu pareja… el CUADERNO de vacaciones te asegura más de 100 horas de diversión.
Hay hasta booktrailer, realizado en 2014


Vamos, que, aún en tiempos de discusión sobre los deberes, de adultos seguimos necesitando de "alguien" que decida y programe, en versión papel, qué es lo que nos conviene aprender o recordar, manteniendo las costumbres bien aprendidas de nuestras años de colegio. Y con éxito de ventas, también; como aquella serie de "yo fui a EGB".

Permitidme que yo, en el ejercicio de mi libertad que diría cierta persona conocida, y dado que lo de los dichosos cuadernos de vacaciones era algo que no me enganchaba, seguiré leyendo y aprendiendo lo que estime oportuno; que también el aprendiz debe aprender a ser autónomo y aprovechar las múltiples oportunidades de aprender a su alcance.

Un apunte: creo que la lección que aprendí de los dichosos cuadernitos fue que no deben dejarse las tareas para última hora.

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