Suárez y Fernández: dos momentos

Visto el título, habrá quien haya pensado en algo así los dos personajes de los cómics de Tintín. Pero no, te vengo a contar --con la dificultad de narrar sentimientos-- dos momentos distintos vividos el pasado fin de semana en Madrid, ambos relacionados con la canción de autor, con Andrés Suárez y con Fran Fernández --dos que ya han pasado en más de una ocasión por este txoko, y hasta contestando entrevistas, Andrés en octubre y Fran en noviembre--.

Por orden cronológico, el primero fue el concierto de Andrés Suárez en el Palacio Vista Alegre. Impresionante. De verle cantar ante decenas de personas en lugares pequeños a llenar todo un pabellón de deportes y colgar el cartel de no hay entradas. Que seis mil personas canten tus canciones contigo tiene que ser increíble, después de haberse ido de su Galicia natal a Madrid para cantar en el metro y en pequeños locales en sus inicios. ¡Cómo ha crecido el gallego! Seguro que cuando preparó el vídeo era un sueño para el ver el Palacio lleno... y se agotaron las entradas.

Andrés Suárez_IMG7208
Fotografía de Marta Pich en Flickr, con su permiso.
Más fotos suyas
Tomando una letra suya, "aún le recuerdo" firmándome uno de sus trabajos la primera vez que lo vi, dedicando una canción a Garazi en el Cotton Club un día que no pudo ir a escucharle, los saludos post-concierto o en mi primera vez en Galileo o antes de actuar en el Arriaga con Kepa Junkera (bueno, el sábado ni se me ocurrió intentarlo). Aparte de la música y el concierto en sí --eso que yo soy más de cuerdas, pianos... más que de "aparato eléctrico"--, me llamó la atención la tranquilidad de las personas asistentes, sin prisas ni agobios, pese a tener que estar en largas colas. Quizá porque, como ha dicho alguna vez Andrés, no tiene fans, de fanáticos que no piensan (bueno, alguno o alguna sí que se "vino arriba" el sábado) sino personas que se sienten identificadas / sensibilizadas con su música. Un --otro-- sueño cumplido.

Si quieres una crónica cortita, Víctor Alfaro lo ha hecho mediante un soneto.

Y de la organización, de la estructura, de lo grande, a la grandeza de lo pequeño. Porque de casualidad te enteras que Fran Fernández avisa por los sitios de redes sociales que piensa quedar en el Parque del Retiro para cantar con quien quiera acercarse y acompañarle. Y luego resulta, como escribió él, bonito, bonito.

Y, así, --también-- surge la magia de la poesía, de la música. Además, aproveché para recoger el famoso usb-cassette, que el granadino ha hecho, recogiendo su discografía.


Acaba de subir un vídeo que recoge algunos de los momentos.





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