II Jornadas FormACTIVAS para profesores

La semana pasada estuve por Valladolid, no de turismo (aunque sí había algo en el programa cultural previsto) sino participando en las II Jornadas formACTIVAS de profesores, organizadas por la editorial Edinumen y la Fundación de la Lengua Española.


Han resultado interesantes y fructíferas, a la par que intensas; he vuelto con "la mochila llena" de ideas, posibilidades, contactos... Me parece de interés para mi ámbito laboral saber qué se cuece en otros campos cercanos (he explicado más de una vez y de dos en estos días que no soy profesor de ELE-español lengua extranjera). Porque también creo que es importante tejer y cuidar las redes (eso del PLN y el PLE) también en presencial; encontrarse y reencontrarse, desvirtualizarse... Y dejar paso también al humor, a esos detalles que seguiremos compartiendo en el futuro como recuerdo de este encuentro, en los que gana, y de largo, la historia de la abuela de Zorrilla.
o palabros y expresiones escuchadas por allí
Para saber lo tratado en las Jornadas, puedes echar un viztazo al hashtag #formActivate en Twitter. Seguimos sin volver a organizar un documento compartido en GDrive, aunque lo voy a proponer, poniendo mis apuntes y algo de material en uno y comentándoselo al resto de participantes; claro que han hecho un espléndido resumen en Storify.

Por poner un pero, que los horarios no se han respetado demasiado y, de hecho, el retraso de la segunda jornada hizo que no pudiera asistir a la última charla completa (aunque si llego a saber del retraso que también acumulaba el tren de vuelta, hubiese podido quedarme un poco más). El tiempo atmosférico... en la línea del verano bipolar que estamos padeciendo, pero esto no es achacable a la organización: tormentas y lluvia en Pucela, dando la razón a las (malas) previsiones, aún en pleno mes de julio.

Otra sorpresa: los buenos pinchos y tapas en distintos establecimientos, en la zona de la Plaza Mayor sobre todo. Algunos no eran especialmente baratos, pero tenían un trabajo interesante por detrás como los que ofrecen en Los Zagales (el puro de sardina, el aroma, el breadbag, el tigretostón...). Vamos, que tampoco conviene pensar que por estos lares en esa cocina en miniatura estamos en otra liga respecto al resto del mundo. 

Una propina digital al hotel en el que me hospedé, con un curioso nombre: El Coloquio de los perros, (como la novela de Cervantes). Hotel pequeño, coqueto y nuevo, muy bien ubicado, y con un excelente trato por parte del personal (buenas recomendaciones, que te llamen por el nombre cuando apuntan la habitación a la hora de desayunar...).

Otro punto negativo: que no pude participar, ni siquiera vía streaming, en el II Encuentro de Profesores Creativos e Innovadores. Y es que a todo no se puede llegar.

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