Desconectando un poco en Gijón (y alrededores)

Vuelta a Asturias en período vacacional; casi como en 2011, pero en esta ocasión con centro de operaciones en Gijón. No pensaba hacer una entrada, pero siguiendo un comentario/sugerencia de Javier Porto aquí van unos breves apuntes, además de alguna foto.

Asturias, 2017

Pedí información a personas conocidas; incluso en la recepción del hotel y en la oficina de turismo local. No faltaron visitas a la web; por ejemplo, a la entrada reciente sobre gastronomía en Gijón escrita en Lo que coma Don Manuel.

La síntesis sería que me encuentro a gusto en Asturias, que Gijón me ha parecido una ciudad amigable, y que los precios en hostelería no están tan baratos como suponía o recordaba.

Decía que Gijón me parece amigable: paseos por costa y por interior, playa urbana (la de San Lorenzo; la de Poniente me parece un poco más artificial), carriles bici... Distintos ambientes. En algún momento pensé que hasta podía cruzarme con la jueza Mariana de Marco. Y claro, aunque ha sido en septiembre, cómo no acordarme viendo la playa de Edu Vázquez.

Me llamó la atención que había un gran número de locales cerrados (en venta, en traspaso...) en la zona cercana a la playa de San Lorenzo. Un camarero ocasional, de estudios y vocación cinematográficos, me lo confirmó; no debe ser tan comercial la zona. Contrasta con el ambiente vespertino en viernes, por ejemplo, en la plaza de la Corrada o en la ruta de los vinos, en el entorno de la calle Santa Rosa.

De las rutas de este año, de las de paseo y no de vino aclaro, paseo hasta el parque de la Providencia, paseos por la orilla del río Piles y por la zona de la playa de Poniente en el mismo Gijón. En el Principado, en la zona de la ruta de las Xanas (por el otro camino, que la ruta en sí me da un poco de vértigo) y el camino por el río Dobro hasta la Olla de San Vicente.

Apuntes gastronómicos para acabar (algun establecimiento o sus empleados sí merecen alguna #PropinaDigital)
  • Tradición en Gijón, con las sidrerías, por ejemplo. Muy recomendada La Galana, pero la factura se puede ir si vamos a la carta, no tanto con cazuelines y minis acompañando a la sidra. Algún chigre interesante, como Canteli.
  • Modernidades, aunque con algún desajuste todavía (¿servicio en rodaje, acaso?) Coalla, El Recetario. Apunta bien Gloria.
  • En la ruta de los vinos, Vinatería La Perla, por ejemplo. Ojo con pedir sidra en esta zona. Para eso, la zona de Plaza Mayor-Cimadevilla. O no muy lejos, Colloto
  • También hay sitios de cervezas, como El Coleccionista.
  • Homenaje a Pantagruel en Casa Dulce; si hubiera una guía así, tendría tres estrellas. ¡Menudas raciones de cocina casera, casera en su menú del día! Tiene fama su "pulpo amariscau", que puede parecer caro hasta comprobar cuántos comensales pueden comer con el mínimo exigido de dos raciones (y lo que sobra, si comes a la carta, te lo llevas en tupper). Simpática la dueña y cocinera, que a menudo charla con la clientela, e incluso aconseja cómo cocinar. Cierran el restaurante sábados y domingos.
  • Tras la ruta de las Xanas, obligada parada en Pedroveya en Casa Generosa (haciendo caso a Javier). Comida casera y tradicional, un poco a piñón fijo creo yo, y las raciones generosas, aunque un poco menos que en Casa Dulce, con entorno mejorable.
  • Sorpresa a la antigua en Casa Sánchez de Tronín. A la antigua la forma de elegir sitio para comer (mucha gente, muchos coches), y luego ves que tienen buena puntuación en la Red. Eso sí, aunque era día laborable el menú de 13 a 15 (fuimos como a las 15:30) y además "se les había acabado". Curioso. Eso sí, buena comida, casera también, y a precios ajustados.

Comentarios